LA FUENTE DE LOS SIETE VALLES
Ha sido todo un descubrimiento poder dar, en no demasiado margen de tiempo, con varios títulos de novelas (todas ellas con muy buena pinta) elaboradas y trabajadas por tres autores; dos “veteranos” con varias publicaciones a sus espaldas y el tercero con su primera novela en las librerías desde hace escasos días. Me he leído dos novelas, una de cada autor más “experimentado”, la tercera la tengo en mi lista de espera para ser leída y tengo la intención de poder dedicar una pequeña reseña a, por lo menos, una novela de cada uno de estos escritores. La publicación de hoy la centraré en Félix Modroño, concretamente en la sexta novela que sacó a la luz el pasado 2019: La fuente de los Siete valles.
Lo que en un principio me llamó la atención y me llevó a comprarla, principalmente, fueron tres factores: su portada, género (novela histórica) y sobre todo, reconociendo que soy gran fan de las historias en torno a monasterios, comprobar que la trama se ubicaba en San Millán de la Cogolla. Una vez obtenida, desde que comencé a leerla reconozco que me surgió la curiosidad por continuar leyéndola y avanzando en la trama, vamos que me enganchó. Su lectura es sencilla, amena y, al mismo tiempo el autor, a través del protagonista Pablo Santos, te da a conocer gran cantidad de acontecimientos y curiosidades de aquella época, describiendo de una manera sumamente natural cada escena del libro, trasladándote a los lugares donde acude el protagonista, creándote la sensación de estar viviendo a través de la piel de los personajes.
Es una novela tan simple como profunda. Tan tranquila como activa. Tan cotidiana como surrealista y original.
Felix, o más bien el joven cura Pablo Santos, nos introduce en una entretenida búsqueda de códices que desaparecieron del monasterio de San Millán de la Cogolla tras la desamortización. Labor nada fácil en la que le llevará, tanto a él como al lector, a vivir y revivir distintas vivencias mientras continúa su labor de búsqueda. Además, algunos de los libros, cuyo paradero se desconoce, poseen un contenido sumamente especial que llevan a que Pablo se obsesione con el mismo. Contenido que el lector deberá ir descubriendo a través de las páginas.
Desde que descubrí a Félix Modroño he escuchado varias entrevistas suyas halladas en videos de internet, así como también he llegado a escuchar varias veces la misma entrevista ya que me gusta el enfoque desde el que escribe sus novelas, las explicaciones que aporta acerca de cómo desarrolla las labores previas de documentación y la idea que transmite acerca de cómo no hacen falta muchas páginas para elaborar una buena historia. Y este ha sido uno de los ejemplos que lo demuestran.
Por todo ello, os recomiendo acompañar a Pablo Santos a lo largo de la interesante búsqueda de libros y, sobre todo, del ansiado códice.
Unai Alberdi Alonso
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