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El espacio de hoy me gustaría dedicárselo a alguien muy especial. Mejor dicho, a un gran número de personas que, excepto para algunos pocos, han sido y siguen siendo invisibles en la sociedad. No quiero dejar excluida a ningún individuo, ni por su país de origen, situación vital vivida, estatus económico o colectivo al que pertenece. No quiero dejar fuera a las mujeres que ha sido víctimas de violencia machista, ni a los menores que han sufrido malos tratos en el hogar, ni a los padres que han recibido los malos tratos por parte de los menores, ni a los mayores que una mala situación los ha dejado fuera de su domicilio. Estas y muchas más son las situaciones que ocurren día a día en nuestro entorno más próximo y ya que hasta el momento no han salido a la luz hoy el artículo va por  todos ellos. 



!Si! en nuestro pueblo, localidad, municipio, país, ciudad, barrio, vecindario, mancomunidad... también pasa.
Hasta el momento es posible que no nos hayamos dado cuenta de que en nuestro pueblo, ciudad o barrio ocurran casos, que requieran de intervención de urgencia. A través de los medios de comunicación, puntualmente suelen darse a conocer impactantes casos que inundan las portadas de los periódicos con los que consiguen que la ciudadanía se sorprenda durante los próximos diez minutos que dura la noticia pero pocas son las ocasiones o los espacios que se dedican a dar visibilidad a la gran cantidad de pequeñas, y no tan pequeñas, intervenciones que se desarrollan diariamente para hacer frente a las problemáticas sociales que nacen de nuestro entorno más próximo.

La responsabilidad (el saber responder con habilidad, o por lo menos intentarlo) es de todos.

La escasa, o yo diría inexistente, labor que se realiza por dar a conocer la tipología de intervenciones que se están aplicando para dar respuestas ante el gran abanico de situaciones sociales complicadas con las que nos podemos encontrar, lleva a que el medio social donde se producen las mismas, esto es: la ciudadanía, los vecinos, todos nosotros, no desarrollemos habilidades o creemos herramientas con las que se podría, por lo menos, minimizar los daños de las situaciones producidas. Partiendo de la importante idea de que, lo que denominábamos "drama social", no se trata de una problemática que única y exclusivamente afecta a la persona que lo padece, sino que debería ser algo que nos afecte a todos nosotros como sociedad que somos, lo que conlleva que la respuesta ante dichas situaciones también, en parte, serían responsabilidad nuestra y no meramente de los profesionales que se dedican a ello.

Puedes ayudar. 

Sin querer entreteneros más de la cuenta, me gustaría lanzar el mensaje y hacer ver cómo, a pesar de que no lo creamos, cada uno de nosotros, independientemente de su sexo, puesto de trabajo, habilidades sociales... es más que capaz de colaborar ante el surgimiento de los denominados "dramas sociales", bien alertando  y dando a conocer el caso a los profesionales del ámbito, bien  no haciéndose los ciegos ante una situación denunciable o simplemente haciéndole ver a la persona afectada que no está sola. 

Hoy os voy a dejar adjunta una interesante Web en la que se pueden leer diversos e interesantes artículos muy relacionados con la temática a la que le hemos dedicado el espacio. Un lugar desde donde se puede adquirir una gran cantidad de información de fácil comprensión. 


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