EDUCACIÓN DEMOCRÁTICA

Hace menos de un mes escuche en boca de una pedagoga por primera vez el término de educación democrática. Me pareció interesante y con la intención de conocer todo aquello que podría existir tras este concepto me puse indagar información acerca del mismo, búsqueda que todavía en estos momentos sigo realizando. 


La educación democrática o también llamada escuela democrática, modelo educativo prohibido en algunos lugares, se trata de un sistema de enseñanza y aprendizaje donde el eje principal se basa en poner en práctica la democrática dentro de las aulas de los centros de formación, haciendo partícipes a todos los miembros del grupo. Esto es, enseñar y apoyar a los alumnos a que ellos mismos sean los que, mediante herramientas como el debate, la asamblea, reuniones, votaciones... tomen la decisión de qué conocimientos desean adquirir para su propio desarrollo personal y la metodología que ven más adecuada para recibir dicho conocimiento. 

Se trata de un modelo educativo en el que cada miembro del grupo es el propio protagonista y responsable de su particular crecimiento personal, desarrollo y adquisición de conocimientos. Un sistema mediante el cual el grupo se implica de manera continua y activa sobre diversas temáticas relacionadas con su propio proceso de aprendizaje, ayudando a que la persona, a la vez que adquiere conocimientos acerca de diversas temáticas concretadas por el grupo, desarrolla y potencia habilidades como: toma de decisiones, capacidad de debate, saber plantear una propuesta ante los demás miembros del grupo...

En mi opinión personal, estamos aplicando un sistema educativo sumamente rígido en el que ya vienen establecidas las asignaturas que se deben de cursar, el tiempo que hay para desarrollarlas, los métodos de evaluación de las mismas, el personal docente que las va a impartir y las competencias que cada alumno debe de alcanzar a final de curso. Un modelo que, con el afán de querer inculcar ciertos conocimientos acerca de algunas temáticas, no permite potenciar una gran suma de habilidades en el individuo que verdaderamente va a tener que hacer uso de las mismas en su día a día tanto profesional como personal.

Otra de las características negativas que podemos observar en el modelo educativo actual es que, pretendiendo que cada alumno llegue a las competencias mínimas establecidas, no acepta la diferencia de cada individuo, forzando a que muchos, con intereses educativos diferentes o distintas capacidades e inteligencias, no puedan desarrollarlas al máximo posible.

Por todo ello, y para finalizar el artículo, pienso que no deberíamos tener miedo a preguntar a los alumnos qué quieren aprender, cómo quieren adquirir dicho conocimiento y cuál seria la organización de aprendizaje que se llevaría a cabo. Estoy seguro que enseñándoles desde pequeños a ser ellos los responsables de su propio proceso de aprendizaje, crearíamos personas con mejor capacidad de toma de decisiones, más autonomía personal y sobre todo,  mayor confianza personal. 

Os adjunto el link de un vídeo ilustrativo e interesante en el que Yaacov Hecht nos habla sobre la educación democrática ya las aulas creativas:

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