YO ESTOY BIEN, TU ESTAS BIEN

¿Qué tengo que hacer para que les guste en ese trabajo? ¿si me pongo esta camisa, le gustará a la gente? ¿cómo debo de comportarme para que les caiga bien?... Sin darnos apenas cuenta, continuamente nos estamos formulando este tipo de preguntas basadas en la creencia y obligación irracional de tener que gustar al resto de personas que nos rodean, lo que nos lleva a adoptar maneras de ser impropias, incluso no mostrando tal y como somos.


NO TENGAS MIEDO DE MOSTRARTE TAL Y COMO ERES, CON TUS DEFECTOS Y VIRTUDES

Hoy en día vivimos en la sociedad en la que nos hacen creer que, para ser medianamente aceptables, debemos de tener una serie de virtudes tales como ser: alto, extrovertido, gracioso, interesante, inteligente, buen trabajador, puntual servicial, atractivo, tener un buen físico, ser amigable, practicar de portes de riesgos, estar lleno de actividades y tener una agenda más que ocupada. Una serie de ideas totalmente absurdas que, desafortunadamente, lo único que hacen es que los individuos nos llenemos de ansiedad y frustración al querer llegar a todo ello y ver que es imposible mantener un ritmo de vida así. A demás, el simple hecho de no cumplir con todas y cada una de las cualidades que se acaban de exponer, nos crea un falso sentimiento de inferioridad.

DI NO A TODAS ESAS IDEAS QUE TE DICTAN CÓMO DEBES SER, CREA TU PROPIO CONCEPTO DE PERFECCIÓN

Es hora de que cada uno de nosotros seamos capaces, poco a poco y con toda la paciencia del mundo, de poder ir esculpiéndonos nuestra propia idea de perfeccionismo, llegando a aceptarnos en todo momento tal y como somos, tanto con nuestras fortalezas como con nuestras debilidades. Es ahora cuando debemos de ser más respetuosos con nosotros mismos, querernos más y aceptar nuestros puntos más débiles para poder ir transformándolos poco a poco en fortalezas, teniendo siempre presente la idea de cómo cuanto más nos queramos y aceptemos, mejor nos van a ver los demás.

SI YO ESTOY BIEN, TU ME VAS A VER BIEN

Para finalizar voy a exponer algunas pautas que te pueden ayudar a ser menos crítico contigo mismo e ir aceptándote más:

Acéptate tal y como eres, no seas tan crítico contigo mismo y date el lujo de cometer errores y no ser perfecto las 24 horas del día.

No te dejes aterrorizar por tus pensamientos, sabes que la mente esta diseñada para protegerte, lo que significa que siempre va a estar buscando aquellos peligros imaginarios para ponerte a salvo. 

Empieza a cuidarte más a ti mismo, date caprichos como: ir al cine a ver una película que te guste, dedicar un tiempo de lectura al día, salir a dar un paseo...

No te castigues por tener pensamientos que no deseas, comprende que muchos patrones de pensamiento se han creado para protegerte de algunas situaciones por ello, ahora que lo sabes, acéptalos y vete transformándolos poco a poco.

Felicítate en todo momento por el trabajo personal que estas llevando, a pesar de que los avances sean lentos a tu parecer.

Disfruta del proceso

Comentarios