Del miedo al reto

Es un día que nos levantamos con buen pie, el tiempo ayuda a que nuestro humor mejore y es uno de esos días en los que decimos: Hoy si que va a ser un gran día. Todo va transcurriendo según nuestras espectativas, sin estres, sin preocupaciones ni obsesiones que nos coman la cabeza. Estamos en un estado emocional totalmente agradable y plano cuando, de repente, al atardecer, nos dan una noticia que activa de repente todo nuestro mecanismo de defensa, se nos llena el cuerpo de ansiedad y preocupaciones rompiendo el estado Zen en el que nos encontrábamos y, lo único que nos viene a la cabeza es: No, yo no puedo con la situación que se me ha propuesto. Tendré que decir que NO.

¿A quien no le ha pasado lo descrito anteriormente?

SIEMPRE QUE NOS PLANTEAN UNA IDEA CON LA QUE NO CONTÁBAMOS, NUESTRA REACCIÓN MÁS PRIMARIA ES RECHAZARLA Y DECIR: NO

La noticias que activan nuestro piloto automático y nos llenan de estres y ansiedad anticipatoria de un momento a otro, no tienen por qué ser relatos de grandes desgracias, es más, en muchas ocasiones son propuestas de llevar a cabo un trabajo, participar en un evento, tener que dar una charla... acontecimientos que nos han podido pillar desprevenidos, no contábamos con la presencia de los mismos y al presentarse, nos han asustado. 

NO OLVIDES QUE DETRÁS DE MUCHAS PROPUESTAS QUE SE TE PUEDEN PRESENTAR, SE ESCONDEN GRANDES EXPERIENCIAS Y APRENDIZAJES

Desde el primer momento en el que empezamos a sentirnos ansiosos y estresados, la pregunta que nos viene a la cabeza es la siguiente: ¿pero, por qué me siento así?. No le des más importancia de la que tiene y trata de no caer en el error de intentar darle respuesta a la pregunta trampa que tu cabeza te hace. Piensa que, ante nuevos acontecimientos la mente activa sus mecanismos de defensa, como la ansiedad o el estres, que nos crean una serie de sensaciones tanto a nivel mental como a nivel físico. Cuanto menos caso le hagamos a todas esas reacciones, que todos los seres humanos en mayor o menor medida tienen, más control iremos adquiriendo sobre nosotros mismos, apaciguando la aparición e intensidad de los síntomas.

 Es primordial y beneficioso comenzar a acostumbrarse a visualizar los miedos como retos. La realidad que nos rodea la percibimos a través de una serie de filtros que nuestra mente utiliza para interpretarla. Si hace uso de los filtros del miedo, nos intentará paralizar y que mostremos rechazo ante toda nueva situación. Por ello, tanta importancia tiene que, diga lo que diga nuestra mente, nos enfrentemos a las situaciones que se nos van planteando, tomándolas como nuevas oportunidades de superación. 

Mentalizate de que es imposible tratar de tener controlados todos y cada uno de los acontecimientos futuros ya que, la mayoría de ellos dependen de variables que no se encuentran en nuestras manos. Muchas veces, con intención de terminar con la ansiedad anticipatoria, preendemos tener bajo control todos y cada uno de los acontecimientos que se puedan dar en el futuro. Pero ello es imposible y nos generará un mayor sentimiento de descontrol y fustración. 

TOMATE LA VIDA, CADA DIA, COMO SI FUESE UNA NUEVA AVENTURA

No tengas miedo de fracasar o fallar. En la mayoría de las ocasiones, rechazamos propuestas que se nos plantean  por el miedo a no ser suficientes, fracasar o fallar en el intento. Piensa por un lado cómo, la mayoría de las preocupaiones que la mente nos va a mandar no se van a materializar en la realidad. Por otra parte, es importante que te mentalices cómo no pasa nada por fallar o fracasar. Como seres humanos que somos lo haremos una y otra vez, sin arrepentirnos de ello y desarrollándonos y superándonos personalmente cada vez que nos llenamos de valentía para enfrentarnos a un nuevo reto.