Bajo las etiquetas


Hoy en día estamos obsesionados con que las personas con algún tipo de discapacidad cambien su actitud, su mirada sobre las cosas y su interpretación del sentido de la vida. Exigimos que sean ellos los que den el cambio, cuando la que lo deben de desarrollar es el resto de la sociedad, quien sigue colocando duras etiquetas sobre el colectivo.



Las etiquetas con las que estamos acostumbrados a clasificar a la gente, actualmente se encuentran tanto desfasadas como lejos de la realidad. Las mismas, por lo general, suelen estar alimentadas de falsos prejuicios y erróneas ideas preconcebidas, que impiden poder relacionarse de una manera natural y abierta con la persona sobre la que se lo imponemos. 


Uno de los colectivos que más etiquetas ha podido recibir, es el formado por las personas con discapacidad, quienes a lo largo de los años, incluso hoy en día, han sido tratados y considerados como personas inútiles, incapaces, violentas, sensibles, débiles… calificaciones totalmente erróneas y sumamente alejadas de la pura realidad. Es la sociedad misma la que al considerar a una persona como “incapaz”, “discapacitada” actúa con la misma no esperando absolutamente nada de ella y ¿seguimos pensando que son ellos los que deben de dar el cambio?.


Las personas con discapacidad, sin olvidar que al fin y al cabo somos todas, día a día, injustamente, tienen que estar demostrando su valía como seres humanos para que el resto de la sociedad los consideremos ciudadanos, cuando por el simple hecho de ser personas deberían ser integrados y aceptados socialmente.


Bajo las duras etiquetas que la sociedad imponemos a las personas, se esconden individuos inteligentes, capaces de lograr sus metas, técnicos, personas positivas, con ganas de vivir y disfrutar del día a día, gente dispuesta a ayudar a los demás, personas que todas las mañanas te dan los buenos días, que te animan la jornada, con las que te ríes, disfrutas, con las que tienes experiencias… un sinfín de cualidades que son tapadas en muchas ocasiones por prejuicios que nos impiden la visión de las mismas.


DESAPEGATE DE LAS ETIQUETAS Y DISFRUTA DE LAS PERSONAS 
 

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